lunes, 23 de enero de 2012

Meta de vivienda depende del subsidio a tasa hipotecaria.

El mecanismo, que fue implementado como medida anticíclica, tiene voces a favor y en contra.
La meta del Gobierno de construir el millón de viviendas en el próximo
cuatrienio depende, en gran medida, de que se mantenga el subsidio a la
tasa de interés hipotecaria.
Al menos eso piensan varios sectores que creen que el desmonte del
mecanismo, que fue implementado en 1999 como una medida anticíclica,
frenaría el dinamismo en la construcción y reduciría la demanda de
créditos hipotecarios.
Según Sandra Forero Ramírez, presidenta de Camacol, “el subsidio a la
tasa de interés es fundamental para tener una demanda fuerte, en la
medida en que permite que un mayor número de colombianos accedan a
vivienda”. La entidad estima que si se mantiene el mecanismo, las
ventas crecerían un 10 por ciento anual en el 2012.
Forero agrega que el subsidio suple dos de las grandes dificultades a
las que se enfrentan las familias de menos recursos para adquirir
vivienda de interés social: acceder a créditos y el costo de los mismos.
De acuerdo con Forero, el subsidio permite a las familias reducir el
costo financiero de las viviendas hasta en un 30 por ciento, lo que “ha
permitido que cerca de 560.000 hogares sean sujetos de crédito
hipotecario”.
Al 13 de enero de este año, según las cifras que maneja Camacol, se han
entregado 134.380 viviendas con subsidio a la tasa de interés, de las
cuales el 70 por ciento han sido viviendas de interés social (VIS).
BURBUJAS Y TASAS
Marta Lasprilla, vicepresidenta de ahorro y vivienda de Asobancaria,
considera que el mecanismo debería ser “estrucuturado como una política
de vivienda social porque permite a las familias de menores recursos
acceder a la compra de casa”.
Además, destaca que este modelo generó, desde su puesta en marcha, un
crecimiento no sólo en la construcción y en la entrega de créditos
hipotecarios, sino que además alentó a otros sectores industriales.
Pero no todas las voces se unen al coro que pide al Gobierno que mantenga y fortalezca el subsidio.
Marc Hofstetter, profesor de la Universidad de los Andes, quien en mayo
pasado fue coautor de un estudio que analizó los efectos de este
subsidio en el país, opina que hay dos razones por las cuales esta
mecanismo no debe ser permanente.
En primer lugar, porque se puede generar una burbuja de precios en el
mercado de la vivienda, y en segundo lugar, porque puede traducirse en
un incremento de la tasa de interés pactada entre clientes y bancos.
Hofstetter explica que el desmonte del subsidio traería los efectos contrarios a los que se lograron cuando se implementó.
“Estos son recursos públicos y desde el punto de vista político hay que
asignarlos a su uso más eficiente y tal vez este no lo sea”.
El Gobierno asignó 70.000 millones para este programa a finales del
2011, pero aún no ha concretado si habrá recursos para el presente año.
El Ejecutivo definirá si el subsidio sigue o no.
DESVIACIONES HACIA EL SECTOR BANCARIO
Parte de los recursos del programa terminan en los bancos, según un estudio de la U. de los Andes.
Una de las conclusiones a las que llegó el estudio realizado en mayo
del 2011 por el profesor Marc Hofstetter, junto a dos colegas de la
Universidad de los Andes, señala que aproximadamente la cuarta parte de
los recursos del programa se va al sector bancario, debido a las
mayores tasas de interés que pactan estas entidades con sus clientes.
Aclara que la transmisión para vivienda de interés social (VIS) llega al 90 por ciento y para no VIS baja al 58 por ciento.
Según la teoría, a medida que aumenta la demanda por créditos las entidades los ofrecerán a una tasa mayor a la inicial.
Ahí estaría lo que se conoce como la transmisión incompleta del subsidio.
De acuerdo con Hofstetter, esta relación es inevitable, es una ley de
oferta y demanda. “Cualquier producto cuya demanda el Gobierno impulse
va a terminar aumentando el precio”, asegura.
Por su parte, la presidenta de Camacol, Sandra Forero, afirma que
“cuando inició la medida en abril del 2009, la tasa en pesos cobrada
por las entidades financieras en los créditos hipotecarios de VIS
estaba alrededor de 16,5 por ciento, en la actualidad la tasa se
encuentra alrededor de 13 por ciento”.
Marta Lasprilla, vicepresidenta de ahorro y vivienda de Asobancaria,
asegura que la ‘disputa’ entre los bancos por conseguir a estos
clientes impidió un aumento significativo de la tasa, y agrega que las
entidades incurrieron en un costo para poner en marcha el mecanismo.
WWW.INMUEBLES.COM

No hay comentarios:

Publicar un comentario